Palacios asevera que el fallo informático en los juzgados es consecuencia del “decadente estado en el que se encuentra la justicia en Jaén ante la impasividad de la Junta”

• Recuerda que la capital “reclama a gritos una Ciudad de la Justicia” que acabe con la dispersión de sedes así como la falta de espacio y de recursos con los que tienen que lidiar los funcionarios de justicia

Una vez más “asistimos a las graves consecuencias de la ineficacia, la impasividad y la dejadez de la Junta de Andalucía con el mantenimiento de los servicios públicos”. Así se ha referido el secretario general del Partido Popular de Jaén, Francisco Palacios, sobre la paralización que sufren los juzgados de la capital jiennense desde ayer a consecuencia de un fallo informático. “La grave incompetencia del gobierno de Susana Díaz la padecemos los jiennenses una y otra vez, en los colegios, en los hospitales y ahora en los juzgados”, ha lamentado el dirigente popular. “No es de recibo que los juzgados estén más de unas cuantas horas paralizados”, ha manifestado el secretario general. “Es entendible una avería, pero la falta de respuesta inmediata deja en evidencia la nefasta gestión por parte del gobierno de Susana Díaz”.

“Estamos expectantes a ver cuál es ahora la excusa de la Junta de Andalucía para seguir negando la necesidad de contar en Jaén con unos juzgados que hagan más fácil el trabajo de esta administración que se encuentra colapsada y que se ve obligada a trabajar con medios casi prehistóricos”, ha lamentado.

Con esto se demuestra, ha aseverado el dirigente popular, “el grave abandono de la administración de Justicia en la capital jiennense que reclama a gritos una Ciudad de la Justicia”. Y es que, ha recordado, “la Ciudad de la Justicia es otra gran promesa incumplida por parte de la Junta que lleva anunciando su construcción desde el año 1996 pero para la que no se ha puesto ni una sola piedra', ha dicho Palacios.

El secretario general del PP de Jaén ha lamentado el decadente estado en el que se encuentra la justicia en Jaén con la dispersión de las sedes, el mal estado de algunas de ellas o la falta de espacio y de recursos, algo que “no solo repercute en el ciudadanos de a pie sino en los funcionarios de justicia que no pueden desempeñar su trabajo en condiciones óptimas”, ha culminado.